¡Qué partidos políticos!
Que el público reaccione negativamente ante una reforma tributaria es entendible por muchas razones. Primero, por el desconocimiento que tienen muchos sobre la realidad de que son los impuestos de los colombianos los que financian el Estado para cumplir con sus inmensas responsabilidades. Segundo, porque en general no se es consciente de que el nivel de impuestos de Colombia sobre el PIB, 14%, es muy inferior al del promedio de la OCDE, 34%, club al cual queremos entrar, y que otros países similares al muestro llegan al 25%. Colombia tiene un Estado pobre cuando hay personas muy ricas en este país que no pagan impuestos.
Tercero, claro que el sistema impositivo en Colombia es injusto: a diferencia de lo que sucede en los países desarrollados, donde son las personas, especialmente las ricas, y no las empresas, las que llevan la mayor carga de impuestos; en Colombia, ese sector de privilegiados no contribuye como personas al fisco, mientras los asalariados tienen impuestos iguales o mayores que aquellos que reciben ingresos de capital. Cuarto, también es un desestímulo ver los niveles de corrupción e ineficiencia del Estado con los recursos de los impuestos que pagamos los colombianos.
Todo eso es cierto, pero es increíble que los partidos políticos, para quedar bien con sus votantes, sin suficiente ilustración, sobre todo sin estudiar seriamente la reforma propuesta, simplemente buscando votos, no reflexionen sobre las verdaderas necesidades del país. Claro que el IVA es regresivo, eso lo sabemos de entrada porque todos, ricos y pobres, lo tienen que pagar. Y no es suficiente decir que los ricos consumen más que los pobres; porque lo importante es el peso en los gastos que significa a cada grupo de población de este mayor impuesto indirecto; es necesario estudiar, óigase bien, estudiar, señores de todos los partidos, y leerse no solo la exposición de motivos de más de 300 páginas y el articulado, más de 200 páginas. No sean irresponsables.
Sin duda habrá cosas que corregir y eso está en manos de los parlamentarios que ya salieron a descalificar la propuesta de reforma tributaria. Y lo más grave es que solo sacan lo negativo y se olvidan de algunos aspectos positivos. Lo más importante es el impuesto a los dividendos que afecta a los individuos ricos, impuesto que ustedes nunca han aprobado. Eso seguramente les cuesta porque los ricos les financian sus campañas y ellos esperan apoyos como tumbar impuestos que les toquen sus empresas o fortunas personales. Tampoco mencionan que incluir personas de bajos ingresos como declarantes de renta no significa que tengan que pagar impuestos, sino que es la forma de empezar a formalizarlos, lo cual es absolutamente necesario en un país lleno de informalidad. El debate apenas empieza y ustedes, partidos políticos y sus respectivos congresistas, pónganse a estudiar y dejen de hacer populismo con una población que ha confiado en su buen juicio.
cecilia@cecilialopez.com
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